El cuatro venezolano es el cordófono más popular de Venezuela y dada su versatilidad practicamente es utilizado en todos los ritmos, tanto tradicionales de Venezuela, como de toda América Latina.
En cuanto a su origen, hay quienes afirman que ya existía instrumentos similares en el año 3.000 A.C, porque se han encontrado referencias arqueológicas en Egipto y en el oriente medio, los cuales a su vez son derivados de instrumentos Caldeos-Asirios, de modo que podría decirse que este tipo de cordófonos es casi tan antiguo como las primeras civilizaciones humanas.
Por otro lado, en el Siglo XVI, es sabido que la guitarra contaba con cuatro cuerdas y se tocaba rasgueada; la vihuela poseía seis o siete cuerdas y se tocaba punteada, y la "contra canaria" poseía cinco cuerdas.
Segun Adolfo Salazar, famoso tratadista español sobre instrumentos de cuerdas, el Cuatro llegó a Venezuela con los primeros conquistadores españoles y representa la auténtica guitarra del Renacimiento.
Este instrumento es el pariente mas cercano de la guitarra, la cual ha evolucionado hasta producir otros instrumentos parientes.
El Cuatro nace como modificación del Quinto, siempre elaborado en forma muy rústica, usando para ello, trozos de madera autóctona y cuerdas de fibra vegetal, muy duras, las cuales se adelgazaban con conchas de moluscos, más adelante con tripas de animales, siendo disecadas y templadas al sol, a objeto que emitieran sonidos que en cierto modo, igualaran a los expedidos por los instrumentos españoles.
En si, los aborígenes y esclavos, buscaban en ese instrumento que acompañaban con guaruras, pitos, tambores y maracas, momentos de esparcimiento y un aliciente para llevar menos pesada la existencia a la que estaban sometidos por los conquistadores.
De allí, el Cuatro se estampa en persistencia, tanto en momentos de tristeza y soledad, como de felicidad y alegría, dentro del criollismo venezolano.
Para el Siglo XIX, algunos carpinteros de profesión, en sus ratos de ocio, construían este instrumento, solo por afición a la música, para amenizar las parrandas, bailes típicos, etc.
Las primeras transacciones que se hicieron con el Cuatro, son las llamadas permutas por los artesanos, o sea, que a cambio de éste, los carpinteros recibían turrones, arroz con coco, empanadas, jaleas de mango, y otras meriendas típicas, entre otras cosas.
El Cuatro es un instrumento cuya elaboración es manual y envuelve talento, dedicación y una vida de experiencia. Dado su carácter tradicional, familias enteras en Venezuela se han dedicado por generaciones a la elaboración de este instrumento.
Las maderas mas utilizadas en su fabricación son el cedro y el pino, generalmente el diapasón y la media tapa se fabrican con maderas preciosas, para que no se rayen ni desgasten con el roce de las uñas.
Es un instrumento para ser ejecutado como solista y también como acompañante, tanto para música ritual como diversional y está presente en todas las regiones de Venezuela.
En Lara, por ejemplo, existe la mayor variedad de cuatros para el acompañamiento del tamunangue, principal manifestación musical del estado. Estos cuatros se diferencian por el tamaño, el número de cuerdas y su afinación. Se pueden encontrar así el cuatro y medio, el cinco, el cinco y medio, el seis y el octavo.
El arraigo del cuatro en la música venezolana va hasta su adecuación a los nuevos tiempos, tanto en la música popular como en la académica está presente este instrumento.
Los "cuatreros", aunque el término es utilizado en Venezuela también para identificar a los ladrones de ganado, cada vez es más popular esta palabra para identificar a los ejecutantes del cuatro.
En definitiva, el cuatro llega al siglo XXI y promete quedarse alojado por siempre en la idiosincrasia de los venezolanos, cantando historias, sonando amores, vibrando cultura.
Fuente: EnContrArte
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